Hoy narraré cuatro de mis microcuentos:
El ratoncito adoraba las noches, momento en el que podía apreciar aquel enorme queso brillante flotar en el cielo.
Cuando ella lo rechazó por ser el enésimo hombre que le prometía las estrellas, él tuvo que secar sus lágrimas en su nave espacial.
Le sangraban las manos, que rebotaban incansables sobre la cara del miserable quien, para sorpresa de todos, reía. Nadie sospechaba que el dolor era el mayor de sus placeres.
Ahorró todo en su vida para finalmente descubrir que el amor no podía comprarse.
Qué casualidad que dos de los cuatro micros hayan sido aquellos que leí, de tu autoría, hace ya un par de meses... "Mastercard" es muy bueno, también.
ResponderBorrarSaludos, Eduardo.
No sabía cuáles leer e improvisé un sorteo antes del programa, salieron esas 3 más la cuarta que era nueva. Qué gusto tenerte por aquí también Juan Esteban, un fuerte abrazo.
BorrarTus micros son estupendos. En este aso, Queso me parece hermoso.
ResponderBorrarSaludos.
Muchas gracias Raúl Omar, últimamente ando más en Twitter que en blog y he descubierto que es un excelente campo para sembrar microcuentos.
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