Hace unas semanas que nuestra vida no es la misma. Nuestras rutinas y nuestros planes han cambiado completamente. Pero aunque nos parezca difícil, pensemos que allá afuera, en ese mundo desierto y hostil, hay quienes no tienen la misma suerte de tener un techo, una cama, un plato caliente sobre la mesa. Pensemos en lo afortunados que somos, en las buenas noticias que podemos sacar todos los días, si solo prestamos atención.