¡Un nuevo viernes juntos y lo celebramos narrando tres excelentes microcuentos! Cuando empezó a escribir le desbordaban las palabras, se le ocurrían cuatro adjetivos por cada sustantivo, pero a medida que fue evolucionando, fue recortando los rodeos, suprimiendo florituras. Empezó por la novela y se pasó al cuento hasta llegar al microrelato, al final una palabra le bastaba para describir toda una vida hasta que finalmente enmudeció y blandía el folio en blanco como única posibilidad, después ni eso. Silencio. - Aina Rutjer Carlón Cuando apagaron la luz para acostarse juntos, él le susurró: -Te amo. Y las palabras se le clavaron en el corazón. Él cayó dormido envuelto en una húmeda tibieza. Al despertar la mañana siguiente, se vio envuelto en sangre y comprendió, con la sonrisa de ella, que hacer el amor es lo mismo que una operación a corazón abierto. - Andrea Torres Armas Se esta colando la primavera en el calendario y aún no ha terminado de salir el invierno de mi c
Un tema muy entretenido el que elegiste para hablar hoy. No hay que ser hipócrita, uno vive diciendo y diciéndose esas mentiras, que ya a esta altura son parte del habla coloquial, ja.
ResponderBorrarJajaja es cierto Raúl! Y son mentiras tan frecuentes que uno termina por creerselas :D Gracias por escuchar el programa!
BorrarMe sonreí con todas las mentiras, je. He dicho varias de ellas, y he sufrido algunas, ufff...
ResponderBorrar¡Saludos!
Jajaja no en vano son universales mi estimado Juan Esteban, estamos en las mismas, un abrazo!
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